Hace algún tiempo, en Basekit, se curraron estas fotos que recogen lo que creen/creemos serían los derechos fundamentales de cualquier diseñador profesional y que después de reencontrar por ahí he decidido recuperar para esta nota de hoy.
Y es que, el diseño gráfico, es una de las profesiones que puede resultar más gratificante y frustrante a la vez. Unos días ríes, lo pasas bien o muy bien y vas a casa con la sensación de haber hecho los deberes, satisfecho y orgulloso del resultado de tu trabajo. Pero otros días, por desgracia a veces demasiados, te vas a casa con un mal sabor de boca, una extraña y pesada sensación de no haber conseguido llegar a tu meta o incluso con unas ganas de no volver al día siguiente por miedo a tener que volver a pasar por lo mismo.
Pero además de todo eso, aún hay algo peor y que hace más daño, y es que como decimos una y otra vez, mucha gente cree saber diseñar sólo por saber usar alguna herramienta de edición que aprendió a manejar en un cursillo de 60 horas, como por ejemplo Photoshop o Illustrator (por no contar con los que tienen primos, sobrinos, abuelos o veterinarios que pueden hacer ese trabajo en su casa y en 5 minutos), y por eso hay más intrusismo del que nos gustaría y una falta enorme de valor en nuestro terreno; muy pocas veces nuestro trabajo es valorado como se debe, y podríamos estar comentando cosas hasta cansarnos.
Pero hoy no, hoy lo haremos de otra manera aprovechando el trabajo que hicieron los compis de Basekit.
También os invito a seguir compartiéndolas a ver si entre tod@s podemos hacer que valoren más nuestro trabajo…